domingo, 23 de mayo de 2010

6) El Cabildo
Fue una de las primeras instituciones que España llevó a América. Fueron el trasplante a América de los municipios españoles de la Edad Media, los cuales eran cuna y defensa de las libertades populares. Los cabildos eran instituciones urbanas que existían en Castilla. Apenas los españoles fundaban una ciudad, se creaba el cabildo. Eran entidades importantísimas, porque representaban a la comunidad y derivaban su nombramiento de ésta, y -caso único- no del rey (debe recordarse que todos los nombramientos los hacía personalmente el rey). El cabildo se ocupaba del gobierno de las ciudades.
Títulos y jerarquía
Jerarquía en la Administración Colonial española
Durante los primeros tiempos de la conquista era corriente que capitanes exploradores, descubridores y conquistadores usaran el título de adelantado. Ejemplos de ellos fueron Vasco Nuñez de Balboa, adelantado del Mar del Sur, en 1514; Pedro de Alvarado, en 1527, adelantado, gobernador y capitán general de Guatemala; Diego de Almagro en 1535, adelantado, gobernador y capitán general de Nueva Toledo (Chile).
El título de adelantado iba asociado con el de gobernador y capitán general, porque a quienes se les otorgó el título, generalmente se les encomendó la exploración, descubrimiento y conquista de un determinado territorio.
Estos gobernadores, llamados "lugartenientes” generalmente tuvieron la facultad de repartir las tierras y los solares, otorgar encomiendas de indios, dictar ordenanzas y ejercer la jurisdicción civil y criminal; en síntesis, la suma del poder. Tenían funciones y atribuciones muy parecidas a las del virrey. Eran nombrados por el rey, en consecuencia eran su representante personal. Su jefe inmediato era el virrey, pero podía dirigirse directamente al rey cuando lo considerar necesario.
Una vez que la Corona intervino en las Indias y dio una nueva estructura e instituciones de gobierno, las gobernaciones se mantuvieron con carácter de subordinadas a los virreyes, con lo cual perdieron la iniciativa y se transformaron sólo en órganos administrativos que repetían, en jurisdicciones más pequeñas, las funciones de gobierno ejecutivo que el virrey cumplía en la zona de residencia del virreinato. Esta dependencia, aunque mantuvo la norma de un gobernador nombrado por el rey, implicó que, en determinados casos, este nombramiento pudiese ser realizado por el virrey.
Lo mismo pasó con el cargo de capitán general, primero asociado de adelantado y gobernador, y más tarde, reservado para algunos gobiernos con zonas dominadas por indígenas guerreros y rebelados con proliferación de corsarios, piratas o filibusteros en sus costas.
El cargo de presidente tenía directa relación con todas las Audiencias en las cuales era ejercido por los virreyes o por los gobernadores. Sin embargo, adquiría especial importancia en las Audiencias subordinadas o presidenciales.
Durante el siglo XVIII, a raíz de las reformas introducidas por la nueva dinastía de los Borbones, se creó el cargo de intendente, institución de origen francés, implantada y experimentada previamente e España desde 1749. Este funcionario, que sustituyó a gobernadores y corregidores, recibió facultades relacionadas con el gobierno, la hacienda y los asuntos militares y de justicia.
El oidor era nombrado por el rey y actuaba en la administración colonial a través de la Audiencia. Un oidor debía recorrer la provincia con el fin de controlar la realización del buen gobierno del territorio. Asesoraba al virrey como consultor sobre materias de gobierno.
El corregidor era el funcionario que representaba la autoridad real y presidía el Cabildo. Además administraba justicia en las ciudades pequeñas. Existían, también, los corregidores de indios que tenían autoridad sobre la población indígena, actuando como policías y controlando el régimen de trabajo.

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